Telesecundaria 57
Educar
para la vida
MI ESCUELA ES MI SEGUNDA CASA,
PERO MI CASA ES MI PRIMERA ESCUELA
C.C.T. 13DTV0057A
En este 21 de enero de 2018 festejamos un aniversario más de nuestro sistema de Telesecundaria, surgido en 1968 y nuestra escuela Telesecundaria 57 en este ciclo escolar, también festeja sus primeros 50 años de...
"Educar para la vida"
"Esta bendita escuela de la montaña, con unas cuantas estampas,
con unos cuantos útiles, es la cuna de la patria futura,
de la patria consciente y lúcida que necesitamos".
Amado Nervo
El origen y desarrollo de la educación a distancia que a la postre se llamó Telesecundaria, integrándose como una modalidad al Sistema Educativo Nacional y que nació en el momento en que el país entraba de lleno a la modernidad a pesar de los grandes rezagos de carácter social.
Desde el triunfo de la Revolución Mexicana, la educación fue el eje de la transformación cultural, social, científica y tecnológica de nuestra nación, motivo por el cual, la Secretaria de Educación Pública realizó una investigación en diferentes países de América y Europa, sobre el uso de la radio y la televisión en la educación. El resultado fue conjuntar a técnicos en medios de comunicación y maestros de educación primaria con el fin de llevar a cabo la experimentación y crear los recursos humanos y materiales para que a través de la moderna red de microondas que se había instado en la mayor parte del territorio nacional, en miles de pueblos y rancherías tuvieran acceso a una educación que respondiera a las políticas educativas del momento y tuviera un impacto en el desarrollo de esas comunidades.
La Telesecundaria fue fundada el 21 de enero de 1968 para ampliar la cobertura educativa en comunidades rurales alejadas y poblaciones suburbanas marginadas, en sus 50 años de existencia se ha convertido en un claro referente para millones de jóvenes mexicanos que se encuentran en la edad de utilizar el servicio educativo de nivel secundaria.
En la actualidad la telesecundaria brinda el servicio educativo a más del 30% de los alumnos que estudian en escuelas secundarias públicas en sus diversas modalidades en el país. Ese crecimiento no ha estado exento de diversas “crisis” que han puesto en entredicho sus objetivos originales.
ANTECEDENTES
Desde inicios de los años 50s en México hubo varias experiencias exitosas con el uso de los medios audiovisuales aplicados a la educación, en 1951 se transmitió una clase de anatomía a los estudiantes de la escuela de medicina, en 1959 se transmitió la primera clase de matemáticas y otras a los alumnos del Politécnico, en 1965 se realizó el programa de alfabetización por televisión, entre otras experiencias previas a la telesecundaria.
Algunos antecedentes, al final de los años 50s con Adolfo López Mateos como presidente y Jaime Torres Bodet como Secretario de Educación Pública se realizó un estudio sobre la cobertura de educación primaria, donde se concluyó que el 42% de los niños de entre 6 y 14 años no estudiaba la primaria y sólo el 2% terminaba el sexto grado en las zonas rurales. Por lo que se presentó el Plan de Once Años, dicho programa tiende a resolver el problema de cobertura de la educación primaria. Para 1964 el número de egresados de primaria se duplicó.
“El plan de Once Años redundo en el aumento considerable de alumnos que quisieran ingresar a secundaria en un 10% anual, esto debido entre otros aspectos al uso de la radio”
En 1965 el Secretario de Educación Pública Agustín Yáñez anuncia un vasto plan educativo la tarea de impartir educación básica, el proyecto de alfabetización y el de educación secundaria por televisión, que estaba abocado a resolver la carencia de escuelas y maestros en gran parte de las zonas rurales y que, atendería a más de un millón y medio de mexicanos esparcidos en 51555 poblaciones con menos de cien habitantes.
Es pues en este contexto donde la telesecundaria surge para llevar este nivel educativo al medio rural.
“Tres factores hicieron posible el nacimiento de la escuela secundaria por televisión en México; la educación rural, la necesidad de expansión de la educación secundaria y el uso de los medios electrónicos para dicho objetivo” (3)
En 1966 se concluyó la investigación encargada a un grupo de expertos para estudiar este novedoso modelo educativo en diferentes países de América y Europa, siendo el modelo italiano la base a partir de donde se diseñaría la telesecundaria en México, ya que ambos intentaban brindar una alternativa de bajo costo a la demanda de educación secundaria en zonas donde no se contaba con escuelas formalmente establecidas, por otra parte, la investigación concluyó que
Los alumnos aprenden tanto con la televisión instructiva incluso en la etapa inicial, como en la enseñanza tradicional con el maestro, destacando que este medio cuenta con mayores recursos pedagógicos en comparación con otros y estimula el aprendizaje independiente.
Comúnmente se piensa que la educación rural es el origen de la telesecundaria: Sin embargo, dicho proyecto nada tiene que ver con eso, más bien, su origen está asociado al desarrollo tecnológico de la época, específicamente, al uso de la televisión con fines educativos.
Durante la gestión presidencial de Gustavo Díaz Ordaz, en 1968, se hizo oficial el surgimiento de la telesecundaria, con lo que se pretendía aprovechar las ventajas de comunicación que ofrecían los medios de comunicación electrónicos, específicamente la televisión, para llevar, por este medio, la educación secundaria a regiones que carecían del servicio, sobre todo en las áreas rurales donde los núcleos de población son reducidos que no justificaban económicamente el servicio que demandaban. El proyecto al inicio, se basó en el modelo italiano, de donde se toma el soporte pedagógico, aunque con el tiempo, esta modalidad fue incorporando sus propias experiencias y termino adaptándose a las características y necesidades de las comunidades donde se instaló, creando un nuevo modelo con características propias que se llamó en su origen, Sistema Nacional de Enseñanza Secundaria por Televisión (actualmente Educación Telesecundaria) que fue transmitida a diez estados por la red de IMEVISION. Para entonces ya atendía un promedio de 60000 alumnos entre regulares y libres, los alumnos libres eran los que a través del sistema de telesecundaria se alfabetizaban, los cuales representaban la mitad de esa cifra.
En 1972 el Instituto de Investigaciones de la Comunicación, de la Universidad de Stanford, California realizó una evaluación encargada por la Dirección General de Educación Audiovisual y Divulgación, con este estudio se pretendía contrarrestar las opiniones de algunos sectores de maestros y de la sociedad que consideraban el servicio como de segunda categoría e incapaz de alcanzar los niveles de eficiencia esperados por las autoridades. Por otra parte, este análisis permitiría que otros países con problemáticas educativas y sociales similares a las de México, pudieran servirse de los aportes de dicha modalidad.
Este estudio se realizó simultáneamente entre estudiantes de tercer grado de secundarias regulares y telesecundarias, arrojando los siguientes resultados:
“COSTOS. En casi todos los aspectos evaluados el sistema de telesecundaria era más económico que la enseñanza directa, en promedio anualmente el gobierno invertía 150 dólares por estudiante de telesecundaria, mientras en el sistema tradicional era de 200 dólares. en Las zonas rurales la telesecundaria era el 50% más barata.
EFICIENCIA TERMINAL. Se evaluó el aprovechamiento y se concluyó que el rendimiento era similar. El 44% de los egresados de telesecundaria continuaba sus estudios, tomando en cuenta su entorno socioeconómico y familiar de estos estudiantes, la eficiencia terminal era alta, (…) Con respecto a los docentes en ambos sistemas se concluyó que tanto unos como otros utilizaban técnicas de enseñanza tradicional y en ambos casos se notaron deficiencias en cuanto a su actitud respecto a la enseñanza. (…) en el caso de las lecciones televisadas evaluadas se consideró que no cumplen cabalmente su objetivo de ser eje del proceso de enseñanza – aprendizaje”. (5)
En términos generales, la investigación indicaba que este nuevo modelo educativo se sustentaba en esquemas y hábitos profundamente tradicionalistas, si bien la televisión representaba un gran apoyo y complemento operativo, sobre todo en la propagación de conceptos e información, corría el riesgo de volverse un obstáculo para el aprendizaje formativo.
La importancia de este estudio fue capital para la continuidad de la telesecundaria al ofrecer evidencia de la efectividad del sistema.
Hasta 1973 las telesecundarias se habían considerado administrativamente una extensión de la secundaria más próxima, escuela matriz, quienes controlaban inscripciones, calificaciones, boletas, certificados y todo tipo de documentación oficial y debían informar de todas las actividades y resultados de las mismas.
Para entonces el Secretario de la SEP, Víctor Bravo Ahúja, con la gestión del presidente Luis Echeverría Álvarez, se reestructuro la organización de la telesecundaria adscribiéndola a la Dirección General de Educación Audiovisual y Divulgación incrementándole sustancialmente su presupuesto. Dependencia que fue dividida en dos dependencias, con el fin de aligerar la carga laboral a los docentes y mejorar el servicio educativo, por un lado, la Dirección de divulgación; que se encargaría de la producción de materiales y el aspecto administrativo y, por otra, La Dirección General de Educación Audiovisual (DGEA); a la cual se le asignó la función exclusiva de producir las clases televisadas.